¿Cómo GANAR CONFIANZA para hablar en público? Tu hoja de ruta para mejorar tu seguridad
- Maria Romar
- 31 oct 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 26 feb

Si estás leyendo esto es, seguramente, porque has escrito en el buscador algo así como “cómo perder el miedo a hablar en público”, “consejos para ganar la confianza para hablar en público” o “hablar en público sin miedo”.
Y, probablemente, la idea de dirigirte a un grupo de personas, de hacer una presentación, de ser el centro de atención, te da pavor. O vergüenza. O ansiedad. O todo a la vez.
Si este es tu caso, estoy segura que habrás leído antes varios artículos en los que te dicen que para mejorar tus habilidades comunicativas debes usar la comunicación no verbal, respirar, hacer pausas, proyectar la voz, mantener el contacto visual con el público...
Lamento decepcionarte pero...
nada de eso te va a servir si no solucionas antes el problema: el miedo y las creencias que hay en ti.
Esto es lo que te ocurre
El corazón se acelera, se te enciende la cara, te sudan las manos, respiras con más dificultad, te tiemblan la voz y las manos…
Tal vez en una reunión de trabajo has querido intervenir, pero el miedo a que tu opinión no sea lo suficientemente válida te ha paralizado. O quizás, en una presentación, has sentido que tu voz temblaba y te has visto rezando para dejar de sudar y que el momento terminara lo antes posible.
Puede que incluso hayas perdido oportunidades profesionales o sociales por el pánico que te genera ser el centro de atención.
Estos sentimientos son comunes, pero necesitan un enfoque adecuado. Déjame que te muestre, paso a paso, la hoja de ruta que yo uso con mis clientes para ayudarles a ganar confianza a la hora de hablar en público.
De nada sirve tener un cajón lleno de técnicas de comunicación y trucos de oratoria vistosos si no puedes usarlos porque tu miedo y tus creencias te bloquean.

Identifica tus miedos con concreción
Antes de empezar a mejorar tu habilidad para hablar en público, es fundamental identificar qué es exactamente lo que te genera inseguridad.
Pregúntate:
¿A qué tienes miedo en realidad?
¿Tienes miedo al juicio de los demás?
¿Te preocupa olvidar lo que ibas a decir?
¿Temes hacer el ridículo?
¿Temes que descubran que no eres capaz, que estás en tu puesto sin merecerlo?
Identificar y concretar tus miedos es el primer paso para saber, de entrada, hacia dónde tenemos que ir, por dónde debemos empezar a trabajar.
Porque detrás de esos miedos hay una serie de creencias muy fuertes que son, sin duda, el origen del problema. Y esas creencias son las que tenemos que abordar y cambiar, con un trabajo personal profundo y con acompañamiento profesional.
Cambia la narrativa: cómo te dices las cosas, importa.
La forma en que interpretas la experiencia de hablar en público puede marcar una gran diferencia. En lugar de verla como una amenaza, empieza a verla como una oportunidad: para compartir tu conocimiento; para generar impacto en los demás; para aprender y mejorar.
Reprogramar tu mente y cambiar la narrativa, la manera cómo te dices y te explicas lo que te ocurre, te ayudará a reducir la ansiedad.
Prepara y estructura tu mensaje

Uno de los mayores errores al hablar en público es la falta de preparación.
Aunque parezca mentira, el 99% de las personas con las que he trabajado cometían siempre este error: improvisar.
Improvisar es algo que puedes llegar a hacer cuando llevas tiempo, has practicado mucho y, realmente, tienes un dominio del tema y de tu habilidad comunicativa.
Pero de primeras, no prepararte a fondo y lanzarte a improvisar es como conducir un camión con el carné de coche acabado de estrenar: una muy mala idea.
Para evitar aumentar los nervios y hacer tu exposición con mayor seguridad:
Define el objetivo de tu discurso en base a tu audiencia
Organiza tus ideas en una estructura lógica clara y sencilla.
Apoya tu mensaje con ejemplos, datos o anécdotas.
Ensaya mínimo 4 veces y en voz alta lo que tienes que decir.
"En el momento en que niegas tus errores, dejas de aprender" - Carol Dweck.
Exponte de manera progresiva
La confianza no se desarrolla de la noche a la mañana, sino con práctica y exposición constante.
--> Primero, porque practicar te permite dominar el contenido, observarte y pulir errores.
--> Segundo, porque cuando te expones y practicas, poco a poco vas comprobando que sale bien, que vas mejorando, y la percepción de ti misma/o empieza a cambiar.
Así, en lugar de sentir que “esto no es para ti” que “tú no tienes el don de hablar en público”, que “nunca lo harás bien”, empiezas a ver que sí. Que esta vez lo has hecho mejor que la anterior. Y que la próxima vez aún será mejor.
Para ganar confianza, empieza a exponerte de manera gradual:
interviniendo en una conversación grupal
iniciando una conversación con alguien con quien tienes poca confianza
participando en una reunión expresando tus ideas
planteando una pregunta durante una conferencia...
Acepta el error como parte del aprendizaje
El miedo a equivocarse paraliza a muchas personas, pero lo cierto es que los errores forman parte del proceso. Como señala Carol Dweck, a propósito de la mentalidad de crecimiento, “en el momento en que niegas tus errores, dejas de aprender”.
Por eso, en lugar de castigarte o avergonzarte por equivocarte, pregúntate:
¿Qué puedo aprender de esta experiencia?
¿Cómo puedo mejorar la próxima vez?
¿Qué aspecto de mi comunicación sí funcionó bien?
C*agarla no es malo, ¡es necesario, de hecho! Cada error es una oportunidad para ver qué puedes hacer mejor la próxima vez y así, poco a poco, ganar más y más confianza.
Rodéate de personas que te impulsen
Superar miedos y ganar seguridad es algo que necesita de un entorno seguro y de apoyo. Es evidente que una no crece ni vence sus miedos en entornos hostiles o rodeada de bullies.
Por eso, busca grupos, comunidades o mentores que te ayuden a mejorar. Desde tu familia, hasta tu grupo de amigos pasando por compañeras/os de trabajo o, incluso, algún/a superior.
Contar con personas que te den freedback constructivo y útil, desde el apoyo, puede marcar una gran diferencia en tu progreso.
En resumen
Ganar confianza al hablar en público requiere compromiso y práctica.
Y esta es la hoja de ruta que, según mi experiencia, es necesaria seguir para solucionar la dificultad que hay detrás del miedo a hablar ante una audiencia.

Porque de nada sirve tener un cajón lleno de técnicas de comunicación y trucos de oratoria vistosos si no puedes usarlos porque tu miedo y tus creencias te bloquean.
Si sientes que necesitas ayuda para dar el siguiente paso en tu desarrollo, estaré encantada de acompañarte en este proceso.
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