top of page

El MIEDO a hablar en las reuniones de trabajo: por qué te pasa y qué puedes hacer

Actualizado: 8 sept



miedo a hablar en las reuniones de trabajo

Si cada vez que hay una reunión en tu empresa sientes un nudo incómodo en el estómago; si te pasas la reunión entera pensando en que deberías decir algo pero no te atreves; si alguna vez te han dicho que "deberías participar más" o que "no te comunicas con claridad", este artículo es para ti.

 

Porque, spoiler: no estás sola/o. Le pasa a muchísima gente, aunque no lo parezca.


Especialmente a personas muy competentes, responsables, perfeccionistas, que se exigen mucho y que, precisamente por eso, sienten una presión extra cuando tienen que intervenir delante de los demás.


¿El resultado? Silencio. Autocensura. Frustración. 🤐

Y evaluaciones de desempeño que siempre dicen lo mismo: que tienes que mejorar tu comunicación.

 

Pero no te preocupes, porque esto tiene solución.


Vamos a ver qué hay detrás de este miedo, qué puedes hacer para gestionarlo y, sobre todo, cómo puedes empezar a sentirte más segura/o para intervenir en tus reuniones sin que sea un drama.

 






Cada vez que te callas refuerzas la idea de que no puedes. Cada vez que hablas, refuerzas la idea de que sí.


 

Por qué te bloqueas en las reuniones

 

Hablar en público (y sí, una reunión también es hablar en público) saca a pasear todo nuestro catálogo de inseguridades más profundas.

 

Cuando hablo de miedo a hablar en una reunión de trabajo no me refiero solo a tener nervios o a no encontrar la palabra adecuada. Me estoy refiriendo a algo más profundo: creencias, miedos, experiencias pasadas, mensajes que hemos recibido durante años.

 

Cosas que te dices por dentro como:

miedo hablar en una reunión

  • "Lo que voy a decir no aporta nada."

  • "Seguro que hay alguien que lo dice mejor que yo."

  • "Si me equivoco, se van a dar cuenta de que no sé tanto."

  • "No tengo suficiente experiencia para opinar."

  • “Voy a decir una chorrada y van a pensar que soy idiota”

 


¿Te suenan? Seguro que sí.


¿Sabes lo que son? Si me has leído antes, seguro que también: efectivamente, creencias limitantes.

 



Estas creencias limitantes no aparecen por casualidad. Muchas veces tienen origen en la infancia, en la escuela, en la forma en que se nos ha educado, o en experiencias profesionales anteriores donde no nos sentimos escuchados o valorados.

 

Y, aunque racionalmente sepas que tienes derecho a hablar, que sabes de lo que hablas y que tu opinión cuenta... hay una vocecita dentro que dice: "mejor calla, no vaya a ser que la cagues”.

 

Y así, cada vez que te callas, esa voz se hace un poco más fuerte. Y tu confianza, un poco más pequeña.

 

 

 

¿Cómo se soluciona esto?

 

Vamos por partes.

 

No vale con que alguien te diga: "Tienes que participar más en las reuniones". Porque si fuera tan fácil, ya lo estarías haciendo, obviamente. 💁🏻


Por eso, seguramente, te frustra tanto que en las evaluaciones de desempeño tus superiores te digan que tienes que hablar más. Porque lo sabes, sí, pero no sabes cómo hacer para superar ese bloqueo que sientes.

 

Tampoco basta con aprender cuatro técnicas para hablar bien si antes no trabajas la raíz del problema: la falta de confianza y las creencias que sostienen ese miedo.

 

Así que el camino para superar este bloqueo es este:

 

➡️ Trabajar tus creencias e inseguridades. 


Sí, lo primero es mirar hacia dentro.

 

  • ¿Qué te estás diciendo a ti misma/o cada vez que vas a intervenir?

  • ¿Qué crees que va a pasar si hablas?

  • ¿Qué parte de ti se está protegiendo con ese silencio?

  

Aquí es donde el coaching tiene un papel fundamental: te ayuda a identificar esas creencias y a cuestionarlas. Porque si piensas distinto, sentirás distinto/a.



➡️ Fortalecer tu autoestima y tu confianza. 


No es magia ni cosa de gurús. Es un proceso. Pero te aseguro que se puede.

 

Cuando entiendes de dónde viene tu miedo, cuando descubres que no eres tonta/o ni estás rota/o, que simplemente has aprendido a protegerte de una determinada manera, entonces puedes empezar a construir una versión más segura de ti.

 

 

➡️ Aprender técnica. 


Porque a ver, una vez que te atreves a hablar, y ya que estamos, vamos a hacerlo bien, ¿no?


Y ahí es donde entran las herramientas: cómo estructurar lo que vas a decir; cómo hacerlo de forma clara; cómo adaptarte a tu audiencia; cómo mantener el foco y no irte por las ramas y dejarte cosas por decir; cómo transmitir seguridad incluso aunque estés temblando por dentro.


Y la buena noticia es que todo esto se aprende.

 

 

 

Empieza a trabajar ahora mismo

 

Ya sé lo que estarás pensando… “¿Cómo que ahora mismo?” “¿Ya?”

 

miedo hablar en publico

¿Cuándo si no?

 

Lo único que necesitas para empezar es empezar. Es decir, HACER.


Y ese “hacer” NO va de buscar ese “buen momento” que nunca encontrarás; ni de esperar a que sea enero o septiembre; ni tampoco de esperar al lunes o al día en que creas que estarás lista/o…


Todo esto es solo miedo.



Empezar va de dar un paso. Y no, no tiene por qué ser inmenso, todo lo contrario. Te basta con un pequeño paso.


Un gesto.



¿Qué es lo más pequeño que puedes hacer hoy para empezar a sacarte esta inseguridad de encima?

 

Ya te lo digo yo: cuestionarte estas creencias. O mejor aún, responder(te) a estas preguntas que te planteo para ayudarte a tomar conciencia:

 

  • ¿Qué te estás diciendo justo antes de decidir no hablar?


  • ¿Qué es lo peor que crees que puede pasar si intervienes? ¿Y qué pasaría si no pasara nada de eso?


  • ¿Qué harías si confiaras plenamente en tu capacidad para expresarte?

 


Tómate tu tiempo para pensarlas y ten en cuenta algo importante: no hay respuestas buenas o malas, solo respuestas honestas.

 

Escribe tus respuestas y léelas.


👏👏👏 Enhorabuena, acabar de dar el primer paso para empezar a mirar hacia adentro.

 

 


coach miedo hablar

 

5 consideraciones que debes tener en cuenta

 

Por si te ayuda, por si resuena contigo, por si te inspiran... déjame recordarte algunas cosas importantes que creo que te pueden venir bien hoy:


1️⃣ Si te han invitado o convocado a una reunión es porque alguien ha considerado que tienes algo que aportar. Si no, no estarías ahí y habrían puesto a figurantes.


2️⃣ Hablar en una reunión no es una cuestión de ego, sino de valor. Aportar tu punto de vista no es imponerlo, es enriquecer la conversación.

 

3️⃣ No necesitas tener la respuesta perfecta. Básicamente porque no existe. Solo necesitas tener algo que aportar: un dato, una pregunta, una alternativa, una reflexión… Y eso, lo tienes.

 

4️⃣ Cada vez que te callas, refuerzas la idea de que no puedes. Cada vez que hablas, cada vez que intervienes, aunque sea brevemente, refuerzas la idea de que sí puedes. Esto es un círculo virtuoso que te conviene practicar.

 

5️⃣ El miedo a hablar en las reuniones de trabajo es algo real y que le ocurre a mucha gente a diario. ¿Cuántos días más vas a tener que sufrir para que te decidas a ponerle remedio?

 

 

Una pequeña gran decisión

 

Mucha gente cree que necesita hacer un curso de oratoria o leer un par de libros sobre comunicación. Y eso ayuda, claro. Pero lo fundamental es hacer un trabajo más profundo, que te ayude a transformar lo que piensas sobre ti y lo que crees que eres capaz de hacer.

 

Ese es el enfoque que trabajo en mi programa Comunícate sin miedo: primero creencias, después seguridad, y después técnica. En ese orden. Porque solo así se produce un cambio real.

 

Si te sientes identificada/o con lo que has leído, si ya estás cansada/o de no hablar cuando sabes que deberías, si quieres dejar de frustrarte cada vez que tu jefe te dice que "te falta comunicar mejor"...

 

Te propongo algo: empecemos a trabajar juntos. Yo te acompaño, tú haces el proceso.


Puedes escribirme desde mi formulario de contacto o , contarme un poco de ti y vemos si mi programa puede ayudarte. No estás solo/a. Solo estás empezando.



newsletter



 
 
 

Comentarios


bottom of page